Me han enviado un artículo de Nacho Canon208 muy curioso y me gustaría que me comentarais
Adolfo
Meditaciones
Posted on 8 de enero
de 2013 by Nacho Canon208 comentarios
Universos pirotécnico y trascendental
Mi cuñado tenía un
nuevo propósito de año nuevo: quería ser fotógrafo. Como tenía éxito en el
Instagram con sus fotos de comida y de aparcamientos vacíos se planteó la
posibilidad de comprarse una cámara nueva. Vino a pedirme consejo y fue
entonces cuando se lió la gorda.
Cuñao, le dije yo, en esto de la fotografía hay un camino
que se bifurca y que nunca más vuelve a unirse. La primera decisión no es sobre
la cámara que quieres comprarte, sino en cuál de los dos universos quieres
habitar, puesto que son paralelos y nunca se tocan.
Hay un universo, al
que podemos llamar universo pirotécnico, en el que habitan todos los amantes de
la técnica fotográfica y de la tecnología. Aman a sus cámaras, sus objetivos,
sus flashes, sus accesorios y sus foros de Internet por encima de todas las
cosas. En él siempre tendrás la sensación de que tu cámara ya se ha quedado
anticuada, que tu objetivo nunca abre lo suficiente, que el zoom nunca acerca
lo que querrías, que el filtro de densidad neutra podría ser más neutral. Es
posible que acabes empeñando los ahorros de tus hijos con el fin de no dar mala
impresión en las quedadas fotográficas. Porque una cosa has de saber, en ese
mundo se fotografía a menudo en grupo, en manada se podría decir, una pugna por
ver quién se tira al suelo en la postura más difícil con el fin de tener el
encuadre más artificioso posible. Por cierto, otra cosa para la que tendrás que
ahorrar es para el viaje de rigor a Islandia. Es inconcebible no haber gastado
10 tarjetas de memoria en Islandia o no haber fotografiado playas del norte de
España al amanecer, serías un don nadie. Guarda también algo de pasta para los
talleres de iluminación con modelos.
Y luego la fotos hay
que subirlas corriendo al Flickr o al 500px, para que todo el mundo pueda decirte
que eres la releche. Hay que reconocer que se apoyan mucho entre sí, casi
cualquier foto que eches te dirán que es “genial”, “estupenda”, “bonitos
colores”, “fenomenal blanco y negro” y te lloverán los favoritos. Verás que
todas sus fotos se parecen mucho entre sí, pero eso es una ventaja, así no
tienes que ir mirándolas todas: vista una, vistas mil.
En este universo no
importa mucho saber quiénes son los grandes maestros de la historia de la
fotografía, porque esa gente disparaba con carretes y la mayoría de las fotos
están desenfocadas, borrosas o incluso tienen mucho ruido, con lo fácil que es
quitarlo con algún plugin del fotochó.
Ojo, que por otro
lado puedes optar por el universo trascendental, la creación en su máxima
expresión, una forma de relatar mediante imágenes que sólo puede salir de lo
más profundo de tu cerebro creativo, que se escapa a las reflexiones de la
razón. Los habitantes de este universo nunca hablan de la técnica, es un tema
completamente tabú, ni se te ocurra preguntar cómo hicieron una foto, qué
objetivo usaron o si le han aplicado posprocesado, porque te mirarán con los
ojos inyectados en sangre. Son personas muy atormentadas, que deben acudir al
psicólogo continuamente cada vez que inician un nuevo proyecto fotográfico porque
se derrumban.
Sí, sí, he dicho
proyecto fotográfico. Aquí no vale eso de que te salga una foto tremenda de un
bosque otoñal, eso no tiene ningún valor si no está encuadrado dentro de una
reflexión más profunda de entidad superior a la que se le llame proyecto. Un
proyecto no es una serie de fotos, cuidado. Un proyecto es un posicionamiento
ante la vida, una apertura de espíritu, un viaje sin billetes ni maletas. Una
búsqueda interior en el que lo de menos son las fotos, lo importante es que
todo el mundo sepa que tú eres el ombligo del universo trascendental y punto.
Otra cosa, por cierto. Aquí nada de ir a fotografiar en grupo, aquí debes
perderte a tu aíre, conocer a gente que parezca muy interesante para luego
poder contar anécdotas en los talleres y asegurarte de que nadie sepa dónde has
hecho esa foto desenfocada, no vaya a ser que vaya otro y la desenfoque mejor.
Porque aquí lo que
funcionan bien son las fotos incomprensibles, mucho mejor que las perfectamente
nítidas, enfocadas y encuadradas. Si no quieres que te pongan de vuelta y media
en los visionados de porfolios debes hacer fotos rarísimas, ya que nunca
reconocerán que no entienden tus fotos, sino que son potentes y “que tienen
múltiples niveles de interpretación”, “que son lecturas abiertas”, “poesía
visual”, etc. El caso es que te las des de enigmático, que es apuesta segura.
Podría pensarse que
este universo es más económico que el otro, que sus habitantes son más
espartanos, pero aquí hay que hincharse a comprar fotolibros, cuanto más
estrafalarios mejor. Ah! y el que no se va a la India, al sudeste asiático o a
Oriente Medio lo lleva claro. Eso sí, recuerda lo que he dicho antes, como
sepan que la foto la has hecho en alguno de esos sitios la has fastidiado, la
India nunca puede parecer la India. Y tienes que irte solo, sin hoteles, con
mochila, sin tarjetas… recuerda, el viaje es interior, a lo más profundo de tu
alma, al menos eso es lo que te contarán en los innumerables talleres que
tienes que hacer para pulir tu visión personal y para que el calibre de tus
dudas no pare de aumentar. Ya te lo
dije, te vas a gastar un pastón en psicólogos y en…
Yo iba a seguir
contándole más cosas, porque mi intención era aconsejarle bien y tenía más
información que darle. Sin embargo, se me puso blanco como la pared y me dijo
que se iba, que se había dejado el horno puesto en casa. El otro día me crucé
con él en casa de mis padres. Finalmente se ha comprado una Play Station.
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